“¿Ya lo pides? ¡Porque a veces es tan sencillo como eso!”, me dijo hace unos años un amigo, cuando le conté sintiéndome víctima de la vida, el tiempo que llevaba sin mantener relaciones sexuales.
En Twitter, seguir a alguien es una forma sutil de pedirle que te siga. Explican los Maestros de “Domine Twitter” Álvaro Mendoza y Lasse Rouhiainen, que el 50 % (porcentaje que descendió mucho con el paso del tiempo) de aquellos a los que sigues te devuelven el follow (al resto los vuelves a desfollowear), debido a que estamos programados para corresponder. Son legión los hombres y mujeres “de negocios” que emplean esta técnica para incrementar sus listas.
Pero el follow en Twitter se vende caro. Los hay incluso que cuando logran el ansiado follow te desfollowean (me ha ocurrido recientemente). Esto sucede porque Twitter cuenta con dos listas separadas: “following” (a los que sigues) y “followers” (los que te siguen). Y como explica Álvaro, cuando alguien mira tus cifras y ve que te siguen muchos mientras que sigues a pocos, piensa: “¡WOW! ¡Este es alguien importante!”.
En consecuencia, que un/a famos@ o Gurú te siga en Twitter es tan complicado (con algunas honrosas excepciones) como que te siga hasta la cama (por mucho que pidas).
Imagínate por tanto, la sorpresa que me llevé cuando tras varios meses Twitteando, y sin haberme estrenado aún en Facebook, me encontré con que un conocido mío tenía entre sus amigos de Facebook al Dalai Lama entre otros muchos grandes personajes de esta Obra de Teatro.
Para tener una lista de miles de amigos en Facebook, entre ellos al Dalai Lama y Álvaro Mendoza, no es necesario ser un Maestro del Marketing o haber ganado un Oscar. Basta con pedirlo. Porque como decía mi amigo «a veces es tan sencillo como eso». Y en Facebook, al no haber dos listas separadas como en Twitter, solo hay una forma de tenerla más grande que la del vecino.
Tenía en mente este artículo desde hace tiempo, pero no tenía muy claro si merecía la pena compartir la reflexión. Finalmente me he animado a escribirla tras leer “Una Historia De Facebook Surrealista”
“Aún no sé muy bien por qué, pero me aceptó”
La jefa y guapa oficial del equipo de animadoras del CSK de Moscú (Red Foxes) Anna Burkina aceptó tu solicitud de amistad en Facebook (pídeselo en Twitter a ver qué te dice) porque no hay personaje famoso o Gurú del Marketing que no acepte una solicitud de amistad en Facebook.
Si echas un vistazo a mis cifras, comprobarás que son ridículas para alguien que dice dedicarse al marketing. No tengo la menor duda de que Álvaro Mendoza y el resto de la élite del Internet Marketing aceptarían gustosos el honor de formar parte de mi lista de amigos de Facebook si se lo pidiera (de hecho los pocos «Gurús» que tengo como amigos lo son a raíz de que me lo pidieron ellos)
Pero lo que es un honor para mí, es que mi lista esté integrada mayormente por personas más interesadas en lo que comparto que en el tamaño de sus listas.